jueves, 7 de octubre de 2010

Carlos Slim Helú, liderazgo sin competencia.

La siguiente información está basada en el texto de Francesc Relea en el libro Los Amos de México publicado por Ediciones Temas de Hoy.




 



 






Carlos Slim nació el 28 de enero de 1940 en la ciudad de México. Su padre, Julián Slim Haddad, originario de la ciudad libanesa de Jezzine, llegó a México en 1902 en su huida de la represión militar de los turcos otomanos, al igual que otros dos de sus hermanos José y Pedro que habían arribado dos años antes. Junto con su hermano José crearon la firma comercial La Estrella de Oriente y con esto empezó la historia de la dinastía Slim en el mundo de los negocios. Así, años después se casaría con la chihuahuense Linda Helú, con la cual procrearía 6 hijos, de los cuales Carlos es el quinto de ellos y, heredó como ninguno de sus hermanos el olfato para los negocios y ganar dinero.

Desde pequeño tuvo en claro su visión, así con su mentalidad empresarial clara y firme empezó a ahorrar desde temprana edad. De esta manera, en 1955 ya poseía un patrimonio de 5,523.32 pesos y, para agosto de 1957 aumentó a 31,969.23. Siguió invirtiendo este capital hasta lograr un capital mayor a cinco millones de pesos para inicios de 1966.

Estudió en la facultad de Ingeniería de la UNAM, aunque en la escuela fue un estudiante promedio sus compañeros generacionales lo describen como un tipo normal, de bajo perfil, poco dotado para la oratoria pero, poseedor de buenas cualidades matemáticas.  Más tarde estudiaría un Máster en Ingeniería y Finanzas en la Universidad de Stanford (Estados Unidos).
Sin embargo, donde inició su verdadera carrera empresarial fue al término de sus estudios universitarios cuando empezó a trabajar como corredor de bolsa, en esos años compró su primera empresa importante, la embotelladora Jarritos del Sur. Durante años, el joven Slim operó en la Bolsa de Valores con excelentes resultados a través de su Casa de Bolsa Inversora Bursátil. Su sagacidad para sortear las altas y bajas del mercado, y la información privilegiada a la que tenía acceso, cuando las leyes mexicanas eran más blandas que en la actualidad, le permitieron ganar las primeras sumas importantes de dinero.


Se convirtió en especialista en comprar a bajo precio empresas quebradas o en el límite, para reflotarlas y venderlas con una buena plusvalía, con esto empezó a crecer su fortuna y la compra de una gran cantidad de empresas. Pero, sería hasta la década de los 90’s el momento en el cual entraría a la grandes ligas de los empresarios más importantes de México cuando el gobierno propuso la privatización de la paraestatal Teléfonos de México, ayudado por el entonces presidente de México Carlos Salinas de Gortari, Slim se hizo de participación en Telmex. Obtuvo un préstamo del gobierno federal para concretar la compra de acciones de la empresa y, también le otorgó a los inversionistas el control completo del mercado interno hasta 1996, es decir, Slim disfrutó de una posición monopólica  por un periodo de seis años, además de que se redujeron los impuestos a la empresa y se le permitió la elevación de las tarifas; esto último es el talón de Aquiles de la política empresarial del hombre más rico de México.


La competencia según Slim (el caso Telmex)


A Carlos Slim no le gusta ser tildado de monopolista. Detesta la palabra. Niega incluso la existencia de monopolios en México. Prefiere hablar de “cárteles” y de “posición dominante en el mercado”. Una opinión diferente a la del Banco Mundial, que en varios documentos ha criticado el papel de los monopolios en México, como freno a la competencia, al desarrollo. También, los economistas coinciden en señalar que el poder que tienen los actores dominantes la hora de fijar los precios ha incrementado el coste hacer negocios en México, cuya economía es menos competitiva en los mercados internacionales.

Un informe del Banco Mundial aborda el tema más espinoso y controversial del sector de las telecomunicaciones: las tarifas. “Los costos son altos si se les compara con otros países”, afirma el documento. “Telmex  domina el mercado  de larga distancia y el mercado celular y de telefonía local. Sus márgenes de utilidad netos son más del doble que los de su rival más cercano. Asimismo, las tarifas telefónicas son altas si se les compara con América Latina, en especial los precios locales para la telefonía comercial. Las tarifas comerciales de telefonía son tres veces mayores en México que en Argentina y cuatro veces mayores que en Brasil.”

Por su parte, los portavoces del imperio Slim y él mismo se defienden bajo los siguientes argumentos: a partir de 1997 se permitió la entrada de competidores al segmento de telefonía larga distancia y para inicios de ese año empezaron sus operaciones ATT y MCI en México. En el caso de la telefonía local no se presentan competidores principalmente debido a que las condiciones tecnológicas no lo permitían y por lo complicado de construir una nueva red nacional de telecomunicaciones. También argumentan el monto y la cantidad de inversiones de la empresa por extender los servicios a zonas o sectores donde nadie quiere invertir debido al bajo nivel socioeconómico del segmento que atienden, en palabras de ellos se resume lo siguiente: “tenemos el 92 por ciento del mercado de telefonía local, pero porque tenemos el 100 por ciento del mercado del 80 por ciento de las líneas donde nadie quiere invertir. En cambio, tenemos el 48 por ciento de las zonas A (grandes ingresos, grandes clientes).

El debate de este asunto es mucho más prolongado debido al marco jurídico en el que circunscribe, la Comisión Federal de Competencia ha demandado en diversas ocasiones a la empresa por sus prácticas comerciales, sin embargo no ha prosperado ninguna. La situación bajo este contexto donde las autoridades actúan bajo un sistema de leyes blando hará que esta situación prevalezca a merced del poderío económico que Carlos Slim ha forjado, éste ha llegado tan lejos con su vasta variedad de empresas, que si llegará a desaparecer de la escena mexicana sería un cataclismo no sólo para los cientos de miles de ciudadanos que consumen al ritmo que marca el magnate, sino también para la economía del país. Paradójicamente, el liderazgo indiscutible como el hombre más rico deja a México huérfano de competidores en sectores estratégicos. Un mal escenario para el crecimiento y el desarrollo de nuestro país.

Valor $:

53.5 billones de dólares.

La revista Forbes, que cada año publica la lista de los más ricos del mundo, situaba en 2004 al empresario mexicano en el puesto 17. Tres años después, la cotización de sus activos en la Bolsa, le ha permitido dar un salto espectacular que le ha colocado en el segundo lugar del ranking de multimillonarios.

Vínculos Políticos:

Pedro Slim, tío de Carlos, fue compadre del líder rebelde y caudillo del Sur, Emiliano Zapata.

Gran parte de la riqueza de Carlos Slim se genero gracias al expresidente carlos salinas de Gortari, quién el 9 de diciembre de 1990 le concedió la licitación de la paraestatal Teléfonos de México (Telmex) por un monto aproximado de  8 mil 500 millones de dólares y por el cual  Slim e inversionistas pagaron aproximadamente 1.700 millones de dólares debido a que únicamente compraron el 20 por ciento.
                                         
Estuvo vinculado temporalmenete con el excandidato presidencial y hoy autonombrado “presidente legitimo”Andrés Mauel López Obrador López Obrador a quien le prometió que si llegaba a la presidencia  remodelaría el Palacio Nacional, sin embargo el intento fue fallido y se distanciaron como consecuencia de la crítica que abiertamente hizo Slim a los movimientos post-elecciones de AMLO.

Vínculos empresariales:

Presidente honorario de todos los negocios del grupo Carso.
Exsocio de grupo Televisa.

Denise Dresser se refirió a él  como:

"El que todo lo mueve, todo lo controla, todo lo compra. El que está por encima de la autoridad del gobierno y  la vigilancia de los medios... El que no necesita mover los hilos de la política porque controla las arterías de la economía. El quinto poder. El verdadero innombrable".









La filosofía empresarial de Carlos Slim








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