jueves, 7 de octubre de 2010

Alberto Bailleres

La siguiente información está basada en el texto de Blanche Petrich Moreno, del libro Los Amos de México, publicado por Ediciones Temas de Hoy.

“El país también es buen negocio”

Para el segundo hombre más rico de México invertir dentro de la nación es muy redituable, y como no va a serlo cuando se poseen el capital suficiente para satisfacer las necesidades básicas de la población. Un pequeño estado dirigido por “Mister B”.

Educación, Vestido, Sustento y …
Con un capital que supera los 5 mil millones de dólares Alberto Bailleres se puede jactar de ser un referente en la cúpula económica de México. Dueño del grupo Bal al que pertenecen empresas como: El Palacio de Hierro, GNP, el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM),la minera y la metalúrgica de Peñoles, además de las recientes concesiones obtenidas para la operación y administración de sistemas de agua potable , alcantarillado y saneamiento.

Grupo Bal cubre prácticamente las necesidades de una persona en la Ciudad de México y otras regiones del país, desde el tomar un vaso de agua hasta recibir un título académico, pasando claro por la adquisición de un bonito atuendo para toda ocasión, así es como se puede ser “Totalmente Bailleres”

“Los dueños del gran capital deben de jugar un papel más decisivo en la conducción del país” es una de las primicias con las que Alberto Bailleres entra al terreno ideológico y junto con Arturo M. Fernández –rector del ITAM-- redacta Visión de país.

Hombre de ideal nacionalista, lo que busca con Visión es una forma de crear consensos, por ejemplo, en algo tan controvertido como la preservación de la libertad del en el mercado, pero reconociendo la necesidad de la presencia de el Estado.

El nacionalismo y los acuerdos quedan de lado cuando se afectan los intereses del capital, cerca de terminar la década de los años noventa, en Torreón una organización llamada: Madres de los niños envenenados por peñoles, denunciaba la contaminación masiva de plomo, arsénico y cadmio en el aire y agua de al menos 40 colonias urbanas situadas en un radio de seis kilómetros alrededor de la planta industrial.1

Después de lo ocurrido Peñoles trato por todos los medios reivindicar su imagen e invirtió decenas de millones de pesos en la compra de tecnología no contaminante para sus plantas además de buscar cumplir con la norma ISO 14000 que la acredita como industria limpia.

Las demandas de la organización civil contra la metalúrgica parecieron meros golpes al aire, ya que Peñoles contaba con el blindaje que otorgaba tener como abogado al hoy plagiado Diego Fernández de Cevallos.

Es así como el poder económico puede hacer y deshacer ,siempre y cuando se ponga a mano con la clase política dominante. Porque si bien puede que los magnates no promuevan el pase de charola, siempre extienden el cheque si se los piden.1

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